La pregunta ¿quién vigila a los vigilantes? siempre ha estado presente en el discurso público, ya desde los tiempos romanos. Obviamente las autoridades deben actuar dentro de los límites establecidos por la ley, pero a veces ocurre que estas fronteras no son respetadas. ¿Cómo debemos actuar nosotros, los ciudadanos, para protegerse contra la incorrecta conducta de los funcionarios?